Qué bueno es saber que Dios siempre ha estado con nosotros estos 14 años .
A veces no nos portamos tan bien, a veces nos sacamos un 7. A veces nos tocó reír de buena gana, otras tantas nos tocó llorar, a veces lloramos a solas y por fuera reímos. Pero aún estamos en pie, aún podemos alabar a Dios, aun podemos esperar de parte de Él misericordia.
Movámonos como él nos llamó el pasado domingo, al ritmo de su presencia en la nube. No nos dejemos llevar por la pereza ni nuestro ímpetu. Dejemos que Dios nos dirija.
Si vamos al ritmo de la nube, Dios mantendrá alejado el enemigo, el cubriera nuestra retaguardia del enemigo, él nos guiara por camino seguro, él nos alumbrara en las noches oscuras. Si el enemigo con toda furia nos arremete, como atacando con carro de guerra el desbaratará sus planes y los dejara como carros son ruedas. La clave está en movernos junto a la nube, la clave es dejarnos guiar por Dios.
Jamás la columna de nube dejaba de guiar al pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche
Éxodo 13:22
