Se está terminado un año más. Al terminar la jornada de este fatigoso año, recuerdo las palabras que le dijo en el sermón del último domingo Josué al pueblo. “Vosotros no podréis servir a Dios, pues él es Dios santo y celoso y no sufrirá vuestras rebeliones”, pero con más fuerza aun resuena en mis oídos la respuesta del pueblo, el cual si bien es cierto reconoce sus infidelidades y pequeñeces, se rebela contra la visión de su líder y se propone servir a Dios. Pareciera que dijeran, es cierto que somos infieles, que fallamos a Dios, no somos un pueblo leal, pero aun así queremos servir a Dios.
Que parecidos a nosotros, que diariamente nos vemos envuelto en nuestras propias pequeñeces, nosotros que diariamente nos enfrentamos a lo humano que somos, lo egoísta y presuntuosos que somos, los hipócritas que somos, lo cobarde que somos, lo pusilánimes que nos comportamos, pero aun así queremos servir a Dios.
No renunciamos a nuestro derecho de ser pueblo de Dios, no queremos ser sustituidos por otros, no queremos que él nos deseche, queremos pelear nuestro puesto de hijos de Dios , de ser sus siervos, ………….., queremos servir a Dios
Seguramente más de una vez hemos sentido que no podremos servir a Dios, Él es santo y no nos soportará, pero al igual que Israel en el desierto, debemos porfiar contra nosotros mismos y proclamar que vamos a servir a Dios a duras penas talvez, pero no dejaremos de servir a Dios.
En este nuevo año 2015 que está a las puertas, usted y yo procuremos que nuestro esfuerzo sea mayor, dejemos la comodidad y las excusas de lado y prepongámonos servir a Dios. Haga su mejor esfuerzo, no mire lo que no puede hacer, y haga lo que si puede hacer. No se desanime en lo que intenta y no puede lograr, y concentre sus energías en lo que está empeñado a lograr para Dios. Ya Dios le dará lo necesario para triunfar en lo que hasta ahora ha fracasado.
Definitivamente serviremos a Dios, y en lo que fallemos lo intentaremos una y otra vez, y en lo que lo logremos, daremos solo a Dios la gloria por la victoria obtenida.
Un nuevo año, un nuevo desafío en el cual solo vale la determinación de querer servir a Dios, lo demás lo pondrá Dios mismo en cada uno de nosotros.
Hermanos y hermanas de El Conquistador, amigos y amigas de El Conquistador no dejemos de hacer lo mejor para Dios y en lo que no podemos, esforcémonos y Dios hará lo que nos falta.
Feliz y bendecido año 2015 para todos.
Un abrazo y bendiciones.
Juan Carlos Guaman Rivas