“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.
Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.”
Consejo:- Opinión o parecer que se da o se toma para hacer o no hacer una cosa.
Tamo:- Polvo o paja muy menuda que queda en las eras después de trillar las semillas.
Siendo este salmo el primero de muchos Dios debía hablar de algo muy importante. El deja claro la existencia de dos caminos y del resultado final de cada uno de ellos. Para Dios es trascendental marcar muy bien la diferencia que hay entre uno y el otro:-
1.- El camino de los pecadores , en este está la ausencia de Dios en la vida de aquellos que lo recorren, viven de acuerdo a sus propios términos, pero igual son conocidos por Dios y al decir que “son como tamo que arrebata el viento” significa que el fin para ellos es la muerte eterna, no quedara nada de ellos porque es lo que escogieron.
2.- El camino de los justos, en cambio es recorrido por personas que se caracterizan por:-
- a) No se dejarse llevar por consejos ni presiones de quienes les rodean para llevarlos a faltar a los mandatos divinos.
- b) No ofenden ni de palabra ni de acción a ningún otra persona. C) Son personas que se deleitan en leer, guardar y practicar la palabra de Dios.
Y por hecho de ser personas integras, Dios que les conoce muy bien, les premia estando con ellos de tal forma que permanecen en su presencia dando frutos que los llevaran a que sus promesas se cumplan completamente en ellos, promesas de bendición y la promesa más grande:- la de la vida eterna al lado de Dios.
La pregunta que deberíamos hacernos es que camino escogemos transitar. Los dos son verdaderamente muy diferentes pero fácilmente se puede desviar del camino correcto al camino de los impíos sin darnos cuenta por seguir el consejo de personas a quienes no deberíamos escuchar. Estemos atentos para no equivocarnos porque en el final de cada camino no hay vuelta atrás.