31/1/2016

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Mientras peregrinaba Israel por el desierto Dios  les da algunos elementos que les ayudan en su diario vivir y que pueden ser  un buen ejemplo parara nosotros.

Dada la alta cantidad de gente que componía el campamento de Israel y la vulnerabilidad a que quedaban expuestos  mientras acampaban, sobre todo los grupos más pequeños y débiles militarmente., Dios les ordena fabricar dos trompetas  de plata le que les servirán para congregar al pueblo y para dar sonido de alerta ante un ataque. En el  libro de Números 10: 1-10 puedes hallar este pasaje .

Si Dios deseaba congregar al pueblo o sus líderes había un sonido de trompeta específico.  También recordemos que Israel acampaba alrededor del tabernáculo, tres tribus por cada punto cardinal.  Si uno o varios de estos  grupos era atacado, se hacían sonar las trompetas y los campamentos del sur y el oriente se movían en ayuda, pues eran los grupos más numerosos. Así las trompetas servían para que el pueblo se acercara a Dios para oírlo y para llamar a la ayuda entre tribus ante un ataque enemigo.

Hoy la Iglesia de Cristo no tiene a su disposición trompetas de plata, pero sin dudas necesitamos contar con una alerta que nos llame a congregarnos a oír a Dios, una alerta que nos llame a defendernos entre nosotros cuando uno de nosotros sea atacado.  ¿Que reemplaza hoy a las trompetas de plata?.

Creo que nosotros mismos somos hoy día  las trompetas de plata, debiendo ser una voz potente que llame al pueblo a congregarse para oír a Dios.  Debemos hacer oír nuestra voz entre los hermanos que hemos dejado de ver en nuestros servicios, debemos llamarles, escribirles, con amor y con vehemencia, para que acudan a oír a Dios.

Cuando uno de nosotros este siendo atacado por el enemigo, con una enfermedad grave, con problemas familiares, con problemas financieros, con falta de trabajo, etc.  Nosotros sus hermanos debemos ser trompetas que llamen a orar los unos por los otros, debemos ser trompetas que suenen extendiendo  una mano generosa al que está más necesitado, al que esta siendo probado, al que esta sufriendo.

En el desierto habían  dos trompetas de plata, en El Conquistador, cada uno de nosotros sea una trompeta de plata para animarnos los unos a los otros a constantemente estar presentes en el templo para oír a Dios. Todos debemos ser trompetas de plata para llamar a acudir a /ayudar a los que están pasando alguna dificultad. Hermano, hermana  haz que la trompeta de /plata resuene fuerte y vibrante, haz tu labor de hermano  ante Dios.

 

 

JGR

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