13/2/2016

azullEstamos revisando algunas ideas que Dios implemento para ayudar al pueblo en su peregrinación hacia la tierra prometida.

Dios  había sacado a los hebreos  de Egipto para hacerlos su pueblo, para establecer una relación de padre a hijo, para cuidarlo, para ser honrado por ellos.  Dado que era una relación con Dios, eso exigía al pueblo una estatura moral elevada, si se iban a relacionar con Dios debían estar a la atura de esa relación , dicho en términos de Dios “debían ser santos”.  Santos en el sentido de apartado, es decir,  Dios entiende y acepta que somos seres humanos con flaquezas, debilidades y mezquindades, pero aun así,  espera que seamos seres apartados para El, es decir, seres que su sistema de vida se distinga de los demás por estar su comportamiento y forma de vivir  direccionado hacia los principios morales, éticos y valóricos divinos.

.En el libro de  15:37-41 números, hallamos un pasaje  donde Dios analiza una gran problemática que tenía el pueblo.  Mientras avanzaban inevitablemente tomaban contacto  o sabían de las naciones vecinas, de sus costumbres, de su manera de vivir, de sus comportamientos sociales, etc.  Muchos miraban esas cosas y se sentían seducidos a ir en pos de ellas. La forma de vida de alrededor, el demonio y la carne los seducían a alejarse de la forma de vivir que Dios esperaba de ellos, el pueblo según las palabras del versículo 39 dejaba que su corazón y sus ojos se prostituyeran ante los ojos de Dios. Cuando el escritor bíblico usa este término, sin dudas desea dar énfasis al grado de degradación en que el pueblo estaba cayendo, estaba prostituyéndose, ¡¡qué fuerte!! , pero  también que claro como toda la escritura.

Entonces Dios le  ordena al pueble hacer franjas en sus vestidos y colocar un cordón azul, el cual cuando lo vieran se acordaran de los mandamientos de Dios y los guardaran.  En términos más simples, les ordeno llevar a todo lugar y en todo día un recordatorio de los mandamientos divinos, de tal manera que cuando su corazón o sus ojos se sintieran tentados a prostituirse, tuvieran algo que al mirar recordaran los mandatos de Dios y se refrenaran de ir tras el mal.

Hoy día mientras nosotros peregrinamos a la Canaán celestial, muchas veces el mundo, el demonio y la carne nos seducen  buscando lograr que  nuestro corazón o nuestros ojos se prostituyan tras esa seducción.  De esa manera el enemigo de nuestras almas nos desvía  del camino de la salvación  y perdemos la necesaria santidad que Dios espera de un creyente hoy en día.

La vieja ley  y sus mandamientos fue reemplazados por la ley de la gracia, y la misericordia,  necesitamos un cordón azul que mirar para no prostituirnos y no apartarnos de la santidad que Dios nos exige.  Que más magnifico cordón azul que la bendita y gloriosa cruz de Cristo, sello de la  nueva ley.

Bordemos en nuestros corazones tan magna cruz, para que cuando nuestros ojos o nuestro corazón vayan a prostituirse tras el mal, podamos mirar esa cruz y seamos rendidos a su mandamiento de amor y misericordia.

Un abrazo y bendiciones.

JGR

 

 

 

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