Jeremías 17:7-8
“Bendito el varón y la mujer que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.”
Confianza: – Es la seguridad o esperanza firme que alguien tiene en otra persona. Es una cualidad propia de los seres humanos, ya que, aunque los animales la posean, estos lo hacen de forma instintiva, al contrario de los humanos, que confían consciente y voluntariamente.
Cuando un niño pequeño cruza la calle no mira hacia la derecha ni hacia la izquierda porque va de la mano de su cuidador y no se preocupa del tránsito; va seguro de esa mano. Así también al caminar por el tránsito de esta vida debemos tomarnos de la mano de Dios sabiendo que estaremos seguros y no tendremos motivos para temer porque todo lo que nos suceda en la vida tiene una razón de ser. La confianza en Dios nos da la seguridad de: –
1. Metafóricamente hablando ser árboles plantados junto a las aguas que nunca se secaran porque Dios mismo sustenta estas corrientes lo que permite ser personas fieles a Dios
2. Este árbol tendrá raíces tan profundas que, aunque venga un tornado no se desarraigara. Esto permite tener un amor a Dios tan profundamente arraigado que nada ni nadie aparta al individuo de su lado.
3. Al venir el calor este árbol siempre tendrá su hoja verde porque Dios mismo se encarga de nutrir el agua que necesita para vivir.
4. Al venir la sequía o los tiempos difíciles no se fatigará, no se cansará, ni dejará de dar su fruto.
Estos versículos nos animan a confiar en Dios de tal manera que podamos ser capaces de ser fieles a Él a pesar de las circunstancias que estemos viviendo simplemente porque al estar en el camino de esta vida es imposible que no tengamos dificultades de toda índole: enfermedades, problemas de relaciones humanas, problemas económicos o la partida de un ser querido; pero debemos confiar que en todo momento difícil que nos toque atravesar allí esta nuestro Dios para no solamente tomarnos de la mano para seguir adelante sino que cuando más lo necesitamos nos toma en sus brazos para que podamos sobrellevar todos los inconvenientes que se nos presenten hasta llegar a su presencia.