Cuando Europa comienza a aquietarse después de la “revolución francesa”, sus aires libertarios pasan desde el viejo continente al nuevo continente y en diferentes naciones de América comienzan a desarrollarse a principios del siglo XVIII varios movimientos independentistas.
Chile no está ajeno a esto y próceres que han pasado largo tiempo en Europa inician acciones libertarias, actividades que ante el despotismo y abuso de los españoles, rápidamente toma fuerza y respaldo en el pueblo. Asa el18 de septiembre de 1810 se establece la Primera Junta de Gobierno que da inicio a los eventos que más tarde libertaran definitivamente a nuestro país del dominio español.
La libertad es un bien intangible muy deseado por los hombres, es tan preciado que cuando no se tiene, muchos dan su vida para logarla, tal como fue en las guerras independentistas. Es una gema que cuesta lograra y tanto más mantener, pues las ambiciones humanas a veces la atrapan en dolorosas y cruentas dictaduras, las cuales le quitan al pueblo la libertad, encerrándola entre barrotes de sangre, de los cuales solo se escapa cuando la sed de libertad sobrepasa los temores. Libertad un derecho del cual todos deberíamos ser poseedores, independiente del color de piel, sexo y creencia religiosa. Tristemente hoy en pleno siglo XXI no es una realidad.
Pero no solo existe la libertad de los pueblos y personas, también existe la libertad espiritual. Son aquellas personas que aunque gozan de libertad física son esclavos de una manera de vivir licenciosa a causa de su dependencia del licor y las drogas, dicen ser libres pero son esclavos de sus vicios y su placer se torna en dolor y pena para su familia y quienes le rodean ,especialmente de quienes le aman.
Pero no solo los vicios hacen esclava a una persona, una vida lujuriosa, también lo hace esclavo, cuando su comportamiento moral es indebido, cuando sus apetitos sexuales y sensuales, no se ajustan a respetar a su prójimo, sino más bien, solo se preocupa de satisfacerse a si mismo sin importar el dolor, la pena o el daño que causan. Esclavos de sus propios deseos carnales.
Pero hay gente de buen comportamiento moral, viven sanamente alejados de los vicios, pero el egoísmo y la avaricia reinan en su corazón. Lo poco o mucho que logran en la vida es solo para ellos y para tener aún más. El egoísmo y la avaricia forman un cerco que separa el corazón de esta gente de los más necesitados y se hacen insensibles a su dolor y necesidad. Son esclavos de la insensibilidad por el prójimo.
La soberbia, el despotismo, el orgullo, la malicia, tambien esclavizan alhombre,estos y los anterioresmales están en elhombre a causa delpecado,de vivir fuera de lasordenanzas divinas dadas alhjombre.Al salirse del camino trazado por Dios con sus principiosmorales, religiosas,sociales y domesticos el hombre cae preso de elenmigo denuetsras almas,quw nos esclaviza en los vicios, en lainmoralidad carnal,en elegoismo y otros tantosmales que quitan lalibertad alhombre y lo hacen esclavo.
Cristo vino a libertar, Él vino a dar su vida para que nosotros fuéramos libres de nuestra carne y sus deseos, de los vicios, de todo lo que nos hace menos personas. su muerte en la cruz rompe todas las cadenas que aprisionan al hombre y la mujer, solo es necesario que se reconozcan las cadenas y la insuficiencia de romperlas por sí mismo, entonces el amoroso y poderoso brazo del Señor las romperá.

En estos días que celebramos la libertad de nuestro oasis, los creyentes debemos celebrar, que en algún momento de nuestras vidas Jesús nos liberto y hoy los vicios ya no nos dominan como antes. Hoy en día nuestra sensualidad está dominada por sentimientos de amor y compañerismo por nuestra pareja. Que bueno es poder dolernos y extender la mano a los más necesitados, al ser libertados del egoísmo y la avaricia. Si, es preciso dar gracias a Dios por esta libertad que hoy gozamos.

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