16/7/2018
En el Nuevo Testamento las escrituras muestran el nacimiento de la Iglesia, dado que ”Iglesia” es un nuevo concepto no arraigado en la concepción judía, los escritores bíblicos bajo la inspiración del Espíritu Santo, hacen esfuerzos en que los nuevos creyentes puedan entender claramente que es, como está compuesta, de que debe estar dotada, de como establece la relación Dios con ella, entre otras cosas.
Para hacerlo los escritores bíblicos usan tres figuras. Una de ellas es que la Iglesia es el “Cuerpo de Cristo”. En los escritos paulinos vemos tres ocasiones en que el apóstol se refiere a la Iglesia como Cuerpo de Cristo, en cada una de ellas persigue un fin distinto, pero tienen en común dar a conocer detalles de la iglesia. Veremos a continuación estos tres pasajes:
1 corintios capítulos 12. En este capítulo Dios desea enseñar acerca de multiplicidad de miembros en la Iglesia y la forma de actuar e interrelacionarse. Para ello el apóstol compara la Iglesia con el cuerpo humano, su conformación, su accionar, la interdependencia de sus miembros, etc. Para entender bien esta reflexión es necesario leer competo el capitulo en cuestión. No obstante lo anterior, en este capítulo encontramos cinco verdades acerca de la Iglesia, que a continuación analizaremos.
a.- La Iglesia está compuesta de diferentes miembros
Versículo 27: Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.
Dios enseña que la Iglesia esta compuesta de miembros con sus propias particularidades y personalidades, capaces de aportar con su propio potencial y capacidades al desarrollo y fortalecimiento de la Iglesia. Si bien es cierto, que Dios mediante el Espíritu Santo da a la Iglesia la dirección, fuerza y santidad para ser edificada, la personalidad y forma de ser de cada creyen,te influye en el accionar en la “Obra del Señor”.
b.- Está compuesta de muchos miembros.
Versículo 12: porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
En este versículo Dios enseña que la Iglesia está compuesta de muchos y variados miembros, pero que a pesar de ser tantos, deben ser uno solo. El apóstol magistralmente emplea algo tan conocido y usual como el cuerpo humano, el cual, a pesar de estar dotado de muchos miembros, al momento de actuar lo hacen conjuntamente. Ningún accionar rutinario de una persona es fruto del accionar de un solo miembro, sino más bien es la interacción de varios miembros actuando tras un fin común.
c.- Dios determina el actuar de cada miembro.
Versículo 18: mass ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
En esta ocasión Dios enseña que cada miembro debe estar y actuar donde Dios lo pone. En la Iglesia a menudo los creyentes aspiran a ocupar ciertos puestos o lugares de honra. Esto es por una natural ganas de servir a Dios y, en otros tantos, esto obedece a un acto de pura vanidad humana. Para servir a Dios apropiadamente hay que estar dispuesto y disponible para accionar en el puesto y lugar definido por Dios para cada uno en particular. No debemos temer enfrentar responsabilidades y desafíos y con gusto y gratitud a Dios, debemos aceptar tareas aparentemente menos importantes y menos deseados. Dios nos conoce y de acuerdo a nuestro corazón y capacidades personales y las adquiridas por medio de los dones espirituales, nos llama a determinadas labores donde El nos necesita.
d.- En la Iglesia todos los miembros son necesarios.
21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;
23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.
En esta serie de versículos Dios nos enseña que en la Iglesia todos los miembros son necesarios. Nuevamente el apóstol usa la figura del cuerpo humano y la lógica y necesaria interdependencia entre ellos para enseñar que en las Iglesia todos los miembros son necesarios. Muchas veces se ve que creyentes a quienes se les asignan nuevas tareas que implican mayores retos y especialmente uso de tiempo, se escudan tras su incapacidad de poder realizar lo solicitado por no tener las capacidades y habilidades necesarias, pero si Dios nos da una tarea, con su ayuda podemos lograrlo, si Dios nos necesita no debemos ser como Moisés y sus clásicas excusas, sino con fe debemos aceptar los nuevos desafíos.
Mas triste es ver a creyentes que en su autosuficiencia miran en menos a hermanos mas humildes y los ven como innecesarios en la obra del Señor, pero en la obra del Señor ,todos somos necesarios en las manos del Señor.
e.- Los miembros de la Iglesia deben ser hermanables
25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.
26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
Finalmente Dios enseña acerca de la hermandad de los miembros en la Iglesia . El apóstol enseña la hermandad con dos simples acciones que deben ejecutar los miembros de la Iglesia. i) No debe haber desavenencia. En otras palabras, considerando la definición de la palabra, no debe haber faltas de acuerdo, conformidad o entendimiento. Los miembros deben buscar entenderse entre ellos, esto significara seguramente renunciar a algo en pos de otro, lo cual es reflejo de un acto libre de egoísmo y amor. Los creyentes deben establecer relaciones en que se hallen conformes y no atropellados entre ellos, esa relación basada en el amor y el respeto es la relación que Dios desea para sus hijos y no una relación de abuso, atropello y menosprecio. ii) Los creyentes deben preocuparse los unos de los otros. Este punto es la enseñanza mas reiterada a la Iglesia, el mutuo amor y cuidado entre ellos. No se entiende un creyente que cada día no ore por los hermanos que están pasando necesidades por causa de enfermedades o de cesantía de trabajo. Pero la oración debe ir acompañada de fruto, y el fruto debe ser una sincera preocupación por los hermanos al extender una mano generosa hacia ellos cuando se pueda y se necesite. Cuando una Iglesia es hermanable se conoce porque si uno se duele, todos se duelen con el. Si un hermano está enfermo o tiene un miembro de la familia delicado, los demás creyentes sienten como si ese dolor fuera propio. Ante un problema que cubra de dolor una familia, los demás hermanos sienten dolor junto a sus hermanos, no por ser visto, sino con sinceridad. Si un creyente tiene motivo de gozo, tos demás creyentes se gozan con él. Los buenos hermanos no sienten envidia de la prosperidad de sus hermanos, al contrario, se gozan con ellos. Las bendiciones de Dios, los logros personales y las metas logradas son sinceramente celebrados por los buenos hermanos. Si ello ocurre estamos entonces entre creyentes que conforman la Iglesia que es el Cuerpo de Cristo.
En una próxima reflexión veremos los otros dos pasajes del apóstol Pablo referente al Cuerpo de Cristo
Un abrazo y bendiciones