Salmo 119.

105 Lámpara es a mis pies tu palabra,
    Y lumbrera a mi camino.

 

El salmista en este versículo hace un reconocimiento de lo que significa para su vida la Palabra de Dios.

Con la ayuda de dos elementos usuales en la iluminación cotidiana de la época, el escritor busca mostrar como inciden en su vida los principios y valores divinos contenidos en la Palabra de Dios.

Comienza con la frase:  “Lampara es a mis pies tu Palabra”. Todo individuo tiene un razonar y actuar individual que, si bien es cierto, afecta a los demás, es ese vivir íntimo y personal, comprende el cómo reaccionamos como personas ante determinadas situaciones, como enfrentamos los problemas y dificultades de la vida, cuanto somos capaces de dolernos sinceramente del dolor ajeno, que tanto se inclina nuestro corazón a compartir con los que padecen necesidades.

Por esta razón el escritor bíblico compara la Palabra de Dios con una lampara. Dado que una lampara es un artefacto utilizado para iluminar a una persona y su entorno inmediato, permitiéndole dar pasos seguros y correctos, el escritor plantea que los principios y valores divinos contenidos en las enseñanzas de la Palabra de Dios nos llevaran, frente al  tipo de situaciones descritas en el párrafo anterior, a pensar y razonar  con afecto, amabilidad, y amor.  En síntesis, nuestra forma de pensar y razonar, será acorde a la Palabra de Dios, eso nos hará sentir en paz con nosotros mismos y con Dios.

El segundo elemento es la lumbrera, la cual más que un artefacto para iluminar es un concepto de iluminación, por ejemplo una lampara en altura es una lumbrera, un orificio en el techo es una lumbrera e incluso una persona ilustrada es una lumbrera que puede guiar e instruir a otras personas. Ese concepto utiliza el escritor bíblico para definir la Palabra de Dios.  “Lumbrera a mi camino”. Entendiendo el concepto de lumbrera, podemos inferir que la influencia de la Palabra de Dios en un individuo trasciende su pensar y ser intimo e individual y también afecta el caminar en esta vida de esa persona. Esta nueva frase plantea que nuestro comportamiento social, en nuestra interacción diaria en el trabajo, los estudios, vida familiar, vida religiosa, también debe ser influida por los principios y valores divinos.  De acuerdo a como una persona actúa ante estas situaciones, es que quienes lo rodean lo catalogan como una buena o mala persona, ganando así la aprobación o desaprobación social. 

El escritor de esta parte del salmo resumiría:  Para estar en paz con Dios y contigo mismo de como piensas y raciocinas en la Vida y para ser una buena persona, lee y aplica en .tu vida la Palabra de Dios.

 

Un abrazo y bendiciones

Leave a comment