Ecos del aniversario 2018

 

“….. Esta tu Iglesia El Conquistador, te espera y anhela mi buen Señor, ………”. Este estribillo que tan bien representa el espíritu de El Conquistador, fue una de las tantas canciones e himnos que entonamos durante los servicios de los días jueves, viernes, sábado y domingo de nuestro 18 aniversario. Hermosas e inspiradas alabanzas que el coro preparo con esmero y esfuerzo  y que nos permitieron mostrar a Dios nuestra gratitud y felicidad por su amor y fidelidad.

Durante el aniversario no falto lo mas importante que es la Palabra de Dios.

El jueves nuestro pastor Carlos Berrios, basado en la bienaventuranza para los que son perseguidos, nos llevo a meditar en que los que hacen las obras de creyentes, descritas en las bienaventuranzas  previas del mismo capitulo 5 de San Mateo, deben sufrir persecución, lo cual  no debería  desalentarnos, sino mas bien despertar nuestro  deseo de hacer la obra del evangelio, especialmente la de predicar.

El viernes nuestro pastor Iturra, usando la historia del ciego sanado, cuando es interrogado por los fariseos y responde “Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis quien sea y a mi me abrió los ojos”. Lo que se planteo en el mensaje, fue la necesidad de cada uno de nosotros tenga muy  muy claro quien es Jesús en nuestras vidas y que espera de nosotros,  pues así como abrió los ojos del ciego, así también lo hizo con nosotros.

El sábado nuestro pastor Herrera, empezando con las afirmaciones de la divinidad de Jesús de San Juan 1:1 nos llevo por diferentes pasajes en que Jesús preguntaba a sus interlocutores acerca de quien es Jesús.  Las diferentes respuestas o conclusiones de esos pasajes se coronaron con la revelación del Espíritu Santo sobre Pedro, “Tu eres el Cristo el hijo del Dios viviente”. El llamado fue a tener una profunda convicción que quien es Cristo en nuestras vidas, pues solo así podremos realizar la obra del evangelio, tal como Dios lo desea.

El domingo nuestro pastor Escobar recordándonos que cumplíamos 18 años, la mayoría de edad, nos llamó a través del mensaje a tomar un mayor compromiso con el evangelio, especialmente con la evangelización, un llamado a invitar a algunas personas a los servicios habituales de la Iglesia, como una manera de atraerlos a los pies de Cristo, pero cuidando de que tengamos el cariño y cuidado necesario para brindarles, de manera que se sientan queridos y acogidos, tal como si el Señor estuviera recibiéndolos en casa..

La noche final se dio lectura a un extracto de nuestra historia. En breves minutos, recordamos el terreno vacío y abandonado que nos recibió años atrás, terreno que, gracias al esfuerzo y trabajo de todos nuestros fundadores, fue dejando atrás escombros, cocinas viejas y un auto semienterrado, que solo una pala mecánica logro sacar.  Repasamos los primeros servicios al aire libre al lado del ciruelo y bajo las estrellas, cuando estando ante el aparente más absoluto desamparo, en realidad éramos sostenidos por la mano de Dios, quien nos sostenía en la fe y el animo de seguir adelante. Recordamos las dos mediaguas que conformaron el primer templo provisorio y sus servicios en ese lugar, era como nuestro tabernáculo en nuestro desierto camino a casa. Y así como lo vivimos hace años atras, en la lectura de la reseña histórica  fue apareciendo

 ante nosotros el antiguo y querido templo que nos cobiojo por  7 años , lugar que se llenó de la presencia de Dios y de la esperanza de un pueblo en su Señor. Al oír la lectura parecido ver emerger en torno al viejo templo, una enrejada de fierros, tableros, concreto, muros, cerchas se levantaron majestuosas y fuertes. Lozas cadenas y pilares amarraron todo, conformando una gran y fuerte estructura que comenzó a tomar forma, los cielos interiores comenzaron a tomar forma y la fachada alargo sus ventanas al cielo mientras un zócalo central tomaba su forma para compartir su mirada entre quienes entran al templo y el cielo. Las murallas desnudas se comenzaron a recubrir, secretas líneas alimentaron la iluminación y el piso tomo el color y diseño adecuado.  Nuestro templo terminado para la gloria de Dios es la prueba en si mismo de que Dios nos guía, nos provee y alienta.

Al terminar nuestro aniversario 18 quedamos como siempre en deuda de trabajo y cosas por hacer, pero felices de lo logrado y realizado con la ayuda del Señor,  trabajo realizado en conjunto como una familia, la familia El Conquistador.

 

Un abrazo y bendiciones

 

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