
Salmo 22:1-4
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por
qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo.
Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
En ti esperaron nuestros padres;
Esperaron, y tú los libraste.
- Hermano(a): Alguna vez ha sentido que Dios guarda silencio, ante sus peticiones y súplicas?
Son esos instantes en donde sabemos que Dios es real, sabemos que Él está por ahí, en alguna parte, pero que por alguna razón, no responde nuestro clamor. Por alguna razón, no escuchamos su voz, y pareciera haberse quedado “en silencio”.
- Ocasiones en las que Dios guarda silencio.
- Juan 11:1-15 La muerte de Lázaro. La multitud creyeron que inmediatamente Jesús iría a socorrer a su amigo. Pero Cristo se queda dos días más en aquel lugar. Era necesario para que su Gloria se manifestase.
- Éxodo 32 Nos narra cuando Moisés se demoró en descender del monte Sinaí, y el pueblo de Israel entra en desespero, diciendo: A este Moisés no sabemos que le haya acontecido! Levántanos un dios, para que adoremos!.
- Apocalipsis 8:1 señala que “Cuando se abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora”. Un misterioso silencio, que algún día entenderemos.
- Y sin duda, el mismo Hijo de Dios, Jesucristo El Señor vive esta experiencia, en el momento de su agonía, en la cruz del calvario. Citando las palabras del Salmo 22.
- Nos hacemos entonces las siguiente preguntas:
- ¿A qué se debe que en ocasiones Dios guarde silencio?
- ¿Cómo reaccionamos nosotros, cuando parece que Dios se queda en silencio?
- Razones para el silencio de Dios:
- Para captar nuestra atención.
- Debido que hay pecado en nuestras vidas, el cual No nos dejará escuchar a Dios.
- En ocasiones No estamos listos para escuchar su voz.
- Porque Dios tiene propósitos y planes perfectos para nosotros, que hoy “no entendemos”.
- Para enseñarnos a confiar solo en Él. (sin duda está preparando algo mejor para nosotros, pero en su tiempo, no en el nuestro).
- Para que aprendamos a Amar a Dios por lo que ÉL ES, y no por lo que nos puede dar.
- Porque desea que aumentemos nuestra Intimidad con Él, a través de momentos de adoración y comunión. (ejemplo de Pablo y Silas en la cárcel, adorando y cantando).
- Cómo debemos reaccionar ante su silencio?
1. Primero, entendamos que tenemos derecho a preguntarle ¿por qué?, que es válido. Ell mismo Jesucristo lo hizo.
2. Entendamos que Su silencio, no quiere decir que Dios no esté activo. Sino más bien, que está haciendo algo bueno en nosotros, perfeccionando la buena obra en nosotros. FILIPENSES 1:6
3. Debemos entender que Dios no está a nuestras órdenes. Que por sobretodo DIOS ES SOBERANO en todas las cosas.
5. Acudamos a la invitación que el salmista nos hace. Salmo 46:10 “Quédense quietos, y reconozcan que yo soy Dios.”
6. Mientras El Señor permanece en silencio, sigamos orando, alabando, perseverando, en la lectura, en la esperanza, y sobretodo “ocupándonos en su obra”.
Conclusión
Podemos señalar, bajo las experiencias que enseña la Biblia, que existen dimensiones del silencio de Dios que son buenas para el creyente, porque producen un efecto en el carácter y en la Fe del hombre.
Confiemos en sus promesas
sin desesperarnos. El llamado es a esperar en ÉL, sin dejar de clamar a nuestro
Padre, que es un Padre justo. Que seamos capaces de declarar nuestros temores, nuestras
ansiedades, nuestra dependencia de Él, pero haciendo el esfuerzo de “esperar en
su divina voluntad”.
DIOS LES BENDICE