Hoy está de cumpleaños mi nieta mayor Elizabeth, luego de tener con Ivonne tres hijos varones, tener una nietecita mujer, fue algo muy especial. La Ely me a regalado muchos momentos de profunda felicidad, con sus cosas propias de niña y con esos aires de agrandada.

¿Qué hace tan especiales a la Ely y a todos los niños? Revisando algunas notas viejas que escribí alguna vez hallé esto, que creo oportuno compartirles:

En su ministerio terrenal Jesús enseño preferentemente mediante modelos prácticos, en especial uso parábolas y simples ejemplos tomados de la vida cotidiana.

Una de esas clases magistrales de Jesús fue al usar a un pequeño, a quien llamo y puso delante de sus discípulos y les dijo: ” si no volvieres y fuereis  como un niño,  no entrareis en el reino de los cielos”  (Matero 18:3) ¿De qué se trato esta enseñanza?.

Los discípulos habían discutido de cuál de ellos habría de ser el mayor en el Reino de los Cielos, Jesus para darles su respuesta simplemente les mostro un niño y los llamo a ser como uno de ellos.

Aparte de la característica de la dependencia de los mayores, lo niños tienen la virtud de carecer o de tener poco desarrollado ciertos comportamientos propios nuestros, como la envidia, la vanidad, la vanagloria, el despotismo, el egoísmo. Son seres mas simples, dedicados a formarse, a reír  a vivir y algunos lamentablemente  a sufrir, pero carecen  de estas características tan negativas, las que desafortunadamente van adquiriendo al vernos a nosotros los adultos en nuestro diario actuar.

Es a eso a lo que Jesús invitaba a los discípulos, a ser seres felices,  desapasionados en cuanto a cosas vanas, libres del afán de poder y gloria personal, seres libres de  esas características negativas. Contrariamente,  les propuso que fueran como niños, llenos de ganas de vivir, ansiosos de disfrutar las cosas buenas, de compartir con sus amigos , de jugar sin horario y sin complejas reglas. Les propuso  ser niños, simplemente niños.

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