Han pasado 20 años desde la fundación de nuestra iglesia, algunas familias fundadoras miembros importantes de ella, se han encargado de contar las anécdotas e historias que nos hacen sentir como nuestros aquellos primeros pasos que se dieron el fundación de la Iglesia El Conquistador, y que hacen que jóvenes y niños se sientan también parte del trabajo que ha costado poner en pie el hermoso templo que tenemos ahora.
Fue una celebración emotiva, pues a pesar de la distancia nos sentimos mas cerca que nunca, pudimos recordar a aquellos que han partido a los brazos del Señor, pero que sus enseñanzas y testimonios aun resuenan en nuestras mentes y corazones.
El día que podamos estar juntos, ya sea por que este virus ha cesado o se ha encontrado una cura, estoy segura que podremos abrazarnos lo mas fuerte posible, y volver a reunirnos a compartir sonrisas, anécdotas y largas conversaciones en el casino que se encuentra en nuestro templo, que podremos alabar y gozarnos con esas bellas alabanzas que retumbaban en los pasillos y que no importaba en que asiento estuvieras sentado, podíamos sentir la presencia de nuestro Dios obrando, sanando, limpiando y reconfortando nuestros corazones, y aun mas importante la hermosa palabra que era compartida por nuestros predicadores que tocados por el Espíritu Santo, compartían con nosotros la bella palabra del Señor, que penetraba profundamente en nuestros corazones y si alguno no podía encontrar paz, consuelo, fuerza, en esos momentos la hacíamos parte de nuestra vida y ahondaba en lo mas profundo de nuestro ser.
Ya volveremos a encontrarnos, pero mientras, en el silencio de nuestro hogar, en la presencia de los dos, tres, cuatro miembros de la familia, e incluso uno, disfrutemos de la presencia del Señor, disfrutemos de buscarle, adorarle, ahí donde nadie nos ve y podemos tirarnos al suelo y alabarle.
Ahí donde las lágrimas pueden caer sin cesar agradeciendo por tanto, agradeciendo por todo. Disfrutemos de estos momentos en casa, protegidos, y bajo el resguardo de su mano que jamás, en estos 20 años nos ha dejado abandonados, y aprovechemos la oportunidad de la conectividad que el Señor ha permitido que llegue a nuestros hogares, pues es una bendición enorme contar con medios digitales para poder nutrirnos con la palabra.
Feliz 20 años conquistadores, estamos en una hermosa juventud espiritual, pero llenos de la fuerza del Espíritu Santo que nos hará seguir adelante y continuar la batalla de su mano.
Que Dios bendiga a la Iglesia El Conquistador y a todos sus conquistadores.
