Hna. Melodie Medrano

¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. Pero, si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. Esa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas. En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.

Santiago 3:13-18; NVI

Al pensar cuales son las palabras que abundan más en nuestra boca o como es nuestra conducta a diario: –

  1. ¿Podemos decir que están de acuerdo a la voluntad de Dios?
  2. ¿Podemos decir que son en reflejo de Dios en nosotras?

Nuestras palabras muestran el nivel de madurez en el Señor, muestran que tanto hemos aprendido de Dios en el transcurso de nuestro caminar en el Señor, porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Busquemos la sabiduría que viene de lo alto, a través del conocimiento de su palabra privilegiando el tiempo que le dedicamos a la lectura bíblica, a estar conectadas con nuestro Dios a través de la oración y de tener una relación especial con Él todos los días de nuestra vida.  

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