El más extraordinario mensaje que hallamos en la Biblia, es que Dios ha diseñado un plan para perdonar al hombre de su pecado.  No importa cuán degradante haya sido nuestra vida, Dios al momento de buscar y pedir su perdón, actúa con infinito amor y nos perdona.

Jesús ilustra este acto de buscar y pedir perdón, con la parábola del hijo prodigo, que hallamos en el evangelio de Lucas capítulo 15. Cuando el hijo menor se hallaba lejos de la casa de su padre, desorientado, solo, con hambre y sin afecto reacciono y volvió a casa a pedir perdón y lo encontró plenamente en su padre, quien la escritura hace notar que cada día buscaba en el horizonte el regreso de su hijo, no le importaba el dolor que le había causado, no le importaba cuan degradante fue la vida que llevo lejos de casa, solo quería verlo de regreso a casa. Por eso al verlo venir, corrió a su encuentro, lo abrazo, lo beso y lo colmo de muestras de cariño y amor.

Lo llamativo de este pasaje, es que el hermano mayor no se alegró del regreso a casa de su hermano, tal vez justificadamente, pues el menor se había gasta todo su dinero y ahora seguramente usarían parte de lo suyo para sostenerlo, también el menor había hecho sufrir mucho a su padre y eso también seguramente le molestaba.

Desafortunadamente eso mismo pasa hoy en día, cuando Dios nos perdona no falta quien en vez de alegrase, nos critica por lo malo que hicimos, sacan a luz lo malo que hicimos antes del perdón, no pueden entender como Dios nos pueda perdonar después de hacer todo eso. No se dan cuenta que lo importante es que hallamos vuelto a casa, para recibir el perdón del Padre eterno y para consuelo de nuestro corazón. Ante esto solo podemos entenderlos en el amor cristiano y esperar que un día logren ver con los ojos de Dios el acto del perdón que nos cubrió.

Mientras tanto sucede eso, debemos alegrarnos íntimamente y gozaremos del acto de amor de Jesús para con nosotros, que podemos ver en:

Colosenses 2

13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

Nosotros no podemos rendirnos ante esas críticas pues sería como traicionar el sacrificio de Cristo por nosotros, pues cuando estábamos muertos en delitos y pecados nos perdonó y se hizo asimismo un camino vivo para llevarnos de regreso a los brazos de nuestro buen Dios.

Hebreos 10.

19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,

20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

Cuídate y afirma tu corazón y pensamientos en nuestro buen Jesús.

Si Dios nos perdonó no vacilemos y seamos agradecidos y si ves que tu hermano ha sido perdonado y regresó a casa, alégrate, si Dios lo perdono, ¿quien somos nosotros para criticar eso?

Un abrazo y bendiciones

Leave a comment